Jose Vasconcelos y la creación de la SEP
José Vasconcelos Calderón
Oaxaca, 1882 - Ciudad de México, 1959) Político, pensador y
escritor mexicano. Fue el fundador del Ministerio de Educación en su país,
desde el cual desarrolló una extraordinaria labor, lo que le mereció el sobrenombre
de “El maestro de la juventud de América”.
En 1920 se entrevistó con
Álvaro Obregón y ofreció su apoyo al Plan de Agua Prieta, que pretendía
destituir de la presidencia de la república a Venustiano Carranza, y así
consolidar la candidatura presidencial del general Álvaro Obregón.
El presidente provisional,
Adolfo de la Huerta, lo designó jefe del Departamento Universitario y de Bellas
Artes. En este cargo impuso a la Universidad Nacional el actual escudo y el
lema "Por mi raza hablará el espíritu".
Continuó en el cargo bajo la
presidencia de Álvaro Obregón (1920-1924), quién lo designó titular de la
Secretaría de Educación Pública al crearse esta dependencia. Desde este puesto
impuso la educación popular, trajo a México educadores y artistas destacados,
creó numerosas bibliotecas populares y los departamentos de Bellas Artes,
Escolar y de Bibliotecas y Archivos; reorganizó la Biblioteca Nacional, dirigió
un programa de publicación masiva de autores clásicos, fundó la revista El
Maestro, promovió la escuela y las misiones rurales y propició la celebración
de la primera Exposición del Libro
Después de la firma de los
Tratados de Bucareli, José Vasconcelos condenó el asesinato del senador Field
Jurado y renunció a su puesto en la SEP. Fue candidato al gobierno de Oaxaca,
pero fue derrotado y optó por el exilio. En París y Madrid publicó la primera
época de la revista La Antorcha (1924-25). A su regreso a México fue candidato
a la Presidencia de la República por el Partido Nacional Antirreeleccionista.
Al anunciarse el triunfo del candidato oficial Pascual Ortiz Rubio (1930-1932), los antirreeleccionistas denunciaron el fraude electoral y Vasconcelos proclamó en Sonora el Plan de Guaymas, llamando sin éxito a un levantamiento armado. Encarcelado después de promulgar su plan, se autodesignó "única autoridad legítima" y desconoció a las autoridades federales, estatales y municipales que "burlan el voto público desde hace treinta años". Ya liberado se exilió en París, donde volvió a publicar La Antorcha. A su regreso desempeñó la dirección de la Biblioteca Nacional durante la presidencia de Manuel Ávila Camacho (1940-1946).
El 22 de octubre de 1920, José
Vasconcelos presentó el proyecto de ley para la creación de una Secretaría de
Educación Pública a nivel federal, la cual sería el organismo rector de la
enseñanza en territorio nacional, gestionando los recursos para su desarrollo.
En el proceso de aprobación
del proyecto de ley, surgió la necesidad de llevar a cabo ejercicios de
persuasión incluso individual. A algunos diputados se les llevó a comprobar de
primera vista el trabajo realizado por Vasconcelos y su equipo. En los barrios
mismos de la ciudad destacaban arquetipos de lo logrado. Por ejemplo, en la
colonia La Bolsa, en aquella época la más abandonada y empobrecida, había en
funciones una escuela que era un ensayo para redimir la misma.
Al determinarse que el hambre
era la causa de retrasos mentales y males físicos entre el alumnado, fue
otorgado gratuitamente un desayuno a todos los niños. Esta última medida,
precedente de los desayunos escolares otorgados por el DIF desde 1929, desató
cierta negativa entre algunos legisladores, al considerarla inaudita y
antieconómica. Aun con todo, finalmente se aprobó la ley de Educación, y la
creación de la SEP pudo lograrse. El decreto fue publicado en el Diario Oficial
de la Federación el 3 de octubre de 1921.
Dato interesante!!
Para Vasconcelos, la tarea de
la filosofía consiste en coordinar todas las esferas del ser y todas las facultades
del yo, para conseguir una suprema unidad, que ya no es el Logos, sino Armonía.
El verdadero conocimiento se obtendría mediante una síntesis que coordinara
elementos y modos de aprehensión emocionales, intelectivos y místicos.
Cualquier distinción entre objeto y sujeto es sólo fenoménica. La verdad se
alcanzaría en el juicio estético, por la vía de la belleza y de la armonía.
UTC.
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